Remanso cerca del mar

Unida firme y claramente al paisaje de Mar de las Pampas, esta casa con lenguaje propio,  se hace presente mimetizándose placidamente en un bosque de fábulas, no muy lejos del mar.Enraizada en un paraje de una geografía naturalmente privilegiada, este refugio con perfume a mar, se materializa a través de una arquitectura única, combinación armónica entre la belleza del paraje y la creatividad del arquitecto Martín Varvasini.
Esta propuesta, se basó en la búsqueda de un lugar de encuentro, que permita el disfrute de diversas intensidades y energías. Un apacible solar, que pone a sus ocupantes, en una relación más intensa con la naturaleza, formando  parte constitutiva de la vida cotidiana.
Sobre un terreno privilegiado, ubicado en esquina, frente a un subyugante espacio verde, la propuesta de esta vivienda, de 80 m², buscó aprovechar al máximo, la belleza del paisaje que la envuelve y, adaptarla a las necesidades de sus propietarios.
La casa está rodeada de una acuarela de vegetación y con el permanente canto de los pájaros, está diseñada, de manera tal, que se aprecia toda su espléndida estructura desde varios puntos de perspectiva.

En sus fachadas, un juego inquieto de planos y volúmenes, se expresa a través del color, textura y fuerza de los materiales naturales que los revisten.
Una dicotomía plástica, que coexiste en perfecta armonía visual y espacial, donde el sol, no sólo determina la orientación del edificio, sino que, silenciosamente, penetra en cada uno de sus cuerpos, inundando sus recintos de cálida luz.
Funcionalmente, esta residencia, cristalizada para estadías de puro placer, ocio y más placer, se dispone en un solo nivel.
Una planta que, idóneamente, parte la casa en dos, con una curvatura que intenta emular el recorrido del sol. Un volumen revestido en piedra natural, que cruza la vivienda de punta a punta, tanto por fuera como por dentro.
Su lado cóncavo, protege celosamente el área privada, dos dormitorios, un cuarto de baño compartimentado con un hidromasaje doble y, una zona de transición, conformada por la cocina, el comedor y un cuarto de baño secundario.
El lado convexo de este plano vertical, revela al bosque, un luminoso estar, construido íntegramente en noble madera y vidrio translúcido.  Un ámbito netamente social que, se abre plenamente al exterior, a través de acristalamientos corredizos, con doble vidriado hermético.
Sólo se dejó el volumen del hogar a leña como “pata” de sostén del techo, logrando, de esta manera, la integración fluida del comedor hacia un cálido deck de madera. Un espacio abierto, casi como suspendido sobre el terreno, que domina las insuperables vistas que el bosque ofrece.

Un  halo de serenidad recorre sus interiores, de impactante simpleza formal y estética. Ambientes diáfanos, íntimos y acogedores, donde se supo mirar con ojo atento la riqueza de los tonos de paisaje circundante, para crear una paleta armónica en la ambientación de cada una de las áreas.
La cocina, lugar de secretas alquimias, donde impera la sencillez y el buen gusto, se integra al comedor, actual y sin formalismos innecesarios, por medio de un breakfast que permite la continuidad visual entre estos recintos y el exterior.
A continuación del comedor, se hace presente el estar, en una ubicación inmejorable. Una estancia que despliega su encanto por medio de muebles y objetos de la vida cotidiana y detalles de moderno confort.
Nada chilla, nada desentona. Cada detalle respeta una imagen calma que cede el primer plano a la naturaleza.
Los únicos detalles que se dejaron al azar en esta soberbia propuesta, son el canto de los pájaros, los cambios de la luz del día y la amable brisa marina de las mañanas.~

Texto: Dis. de Interiores Ana Thorschmidt
Fotos: Diego Medina. DC Fotografía.

[ PROYECTO ]
Arq. Martín E. Varvasini
Calle 36 y Viña del Mar. Mar Azul
Tel. (02255)-45-2006
Cel. (02255) 15480425/15506035
ID: 54*543*1061
www.varvasini.com.ar
[email protected]