Sutil elegancia

El lugar, el Club de Campo Abril. El programa de necesidades, una vivienda para una familia tipo, matrimonio con tres hijos. De aquí parte el arquitecto Eduardo Machelett para proyectar esta casa que privilegia los espacios y el contacto con la naturaleza. “Sutil” es la palabra que utiliza para definir la arquitectura de esta cabaña pensada para el placer de vivirla. 
Situada en un cul de sac, con la ventaja de juntar un paisaje de arboleda y agua, la casa se implanta junto con el lago aprovechando la orientación y las vistas hacia el noreste. Allí se eleva majestuosamente sobre el suelo permitiendo visuales dominantes sobre la naturaleza.
Los materiales: piedra, madera y techos de chapa ondulada, acentúan el espíritu de la cabaña y la reinterpretan. De esta forma, trascienden la simplicidad de los mismos, logrando una sensible armonía y generando a la vez una construcción sólida.
La tectonicidad de la piedra contra los grandes aventanamientos, al igual que los relieves y las texturas, se contraponen constantemente en forma equilibrada.

La tensión está puesta entre naturaleza y materia. Ninguna intenta ser la otra, pero ambas componen sin alterar sus cualidades. Los espacios se interconectan. Sus límites aparentemente precisos, se fusionan produciendo distintos grados de continuidades.
El espacio es circular, de adentro hacia fuera y de arriba hacia abajo, y a pesar de ser tan dinámico, ambiguamente, la arquitectura encuentra distintos espacios de contemplación de la naturaleza. Interrelacionando el espacio interior y exterior, tomado como un todo, se genera una visión panorámica desde cada uno de los locales habitables.
Accediendo desde el exterior por un camino de piedra, llegamos a una galería recibidor con un deck y baranda de madera en forma de cruz, un clásico del estilo inglés, y muebles blancos de ratán, que nos generan una cálida bienvenida al hogar.
Al trasponer la puerta principal nos encontramos en un amplio espacio con balconeo interno, que como eje o polo de circulaciones vertical-horizontal, une los tres niveles de la vivienda. El recorrido hacia la derecha nos conduce hacia el estar principal. Este ambiente mantiene una impronta señorial en su ambientación. Muebles de estilo inglés y francés se combinan en perfecta armonía bajo el dominio del blanco y el natural. El clásico Bow window vestido con doble cortinado y los pisos en madera clara, aportan sofisticación y calidez a este espacio. Desde aquí tenemos visuales cruzadas gracias a amplios ventanales externos e internos, que nos invitan a pasar al family o a la gran galería exterior que conforma un verdadero living exterior.

El family, centro de reunión de la familia, se dispone en forma de “L”, y alberga en un generoso espacio, una amplia cocina con isla y barra, una parrilla, un lugar de estar, y un home theatre. Gracias a su distribución, permite un uso permanente y superpuesto de actividades.
Sutiles toques de estilo inglés vuelven a aparecer en este ambiente, como los techos a dos aguas en machimbre pintados de color blanco, cortinas con floreado estilo Laura Ashley, paredes en tonos pasteles y la presencia del Bow Window. El blanco y el natural en combinación con la madera, presentes tanto en el solado como en el mobiliario, nos dan una misma lectura estética de toda la planta baja.
Accediendo a la planta superior, un palier vincula las cuatro habitaciones, y nos permite ver la doble altura apreciando a la vez el suntuoso paisaje exterior. La suite principal nos impacta por su amplitud y majestuosidad. Techos altísimos, amplios ventanales que incorporan el verde y la luz a este ambiente, se suman a una decoración fresca y sobria. Muebles estilo country, siempre en color blanco, vibran sobre muros en color ocre. Además de la amplia terraza que mira al lago, la habitación cuenta con un cuarto de vestir y un gran baño privado compartimentado. En él conviven el área de toillete, una ducha escocesa, y un jacuzzi sumamente iluminado por la ventana triangular que se desarrolla en el frente del inmueble.
Una suite con su baño privado y dos dormitorios en semi-suite terminan de conformar el circuito de la planta alta. Cada una de estas habitaciones conforman un espacio en sí mismo, donde la forma de los techos se manifiesta en la especialidad interior, trascendiendo el mero techo plano y manifestándose exteriormente a través de las distintas pendientes que conforman la totalidad de la cubierta de chapa negra.
En el exterior, frente de la cabaña, un pequeño e íntimo estudio se ubica resguardado y alejado de cualquier tipo de sonido. Si bien está apartado de la vivienda, el mismo muestra la misma sobriedad y elegancia. Paredes en tono celeste pastel, pisos de madera y el verde siempre presente en los ventanales, crean el marco perfecto para un mobiliario estilo clásico color natural.
Las galerías funcionan como espacios de transición entre el interior y el exterior y reciben lo mejor de ambos. Muebles cómodos y protección contra la lluvia y el sol se conjugan con buena luz, aire fresco y la posibilidad de observar la naturaleza y envolverse con sus aromas y colores.
Así como desde la arquitectura se puede contemplar la naturaleza, desde la naturaleza se puede observar la arquitectura. Un pequeño muelle sobre el lago, se une a un jacuzzi que da lugar a una prolongada pileta de borde infinito hacia el lago, situada en un jardín finamente parquizado. El agua se transforma en espejo y, a manera de metáfora borgiana, la imagen se duplica constantemente, convirtiendo al espacio en un universo espejado.~

Textos: Aleja Canamasas
Fotos: Leo Marino | www.leonardomarino.com.ar

[ PROYECTO ]
Arq. Eduardo Manuel Machelett  
Arq. Ana Machelett
Conesa 243.  Quilmes
Tel. 4253-4674/ 4253-7231