
Un vacío de luz excavado en la memoria, donde la arquitectura se convierte en homenaje, refugio y contemplación interior.
**obra de la arquitecta laura bernaola y su equipo de trabajo, esta casainfunde un hálito oriental a la moderna arquitectura occidental.
Casas18 de abril de 2013 Espacio&ConfortAnte todo habría que aclarar que lo llamamos arquitectura oriental es una concesión a nuestra mente occidental: un modo de ver y simplificar un arte que nos excede y cuyas manifestaciones son más diversas de lo que la nomenclatura elegida para aludirlo deja entrever. Hecha esta salvedad, podríamos decir que nos es útil llamar así a las arquitecturas de India, Indonesia, China y Japón, en la medida en que todas ellas tienen un fuerte anclaje en la filosofía budista y, por ello, elementos en común. En los edificios tradicionales y templos, estos elementos pueden apreciarse a simple vista; en las construcciones más habituales, en las casas hechas para ser vividas, hay que aguzar el ojo para descubrir ese trasfondo común en elecciones menos obvias que las directamente ornamentales, como las que conciernen a la estructura y al equilibrio de la energía cromática, por ejemplo.
La casa tiene aproximadamente 200 m² y fue diseñada como vivienda permanente en un lote entre medianeras de 568 m² para una pareja con un niño de 9 años. El hecho de que sea vivienda permanente y no casa de escapadas o vacaciones sale a relucir en la perfecta habitabilidad que emana, una especie de calidez insuperable que habla de que alguien vive allí todos los días.
Un vacío de luz excavado en la memoria, donde la arquitectura se convierte en homenaje, refugio y contemplación interior.
La arquitectura cobra sentido cuando responde a la vida real y en esta casa, cada decisión de diseño partió de una consigna clara: adaptarse al cliente.
El estudio Ofisvesaire transforma una vivienda preexistente en una obra sofisticada que borra los límites entre interior y exterior.
El Estudio Alessio - Stoichevich diseñó una vivienda en Cariló que se adapta a la topografía natural, preserva la vegetación existente y se abre al paisaje con una arquitectura cálida y contemporánea.
Tecnología solar accesible para reducir el consumo energético y promover el desarrollo sustentable.
Cada decisión en este proyecto fue concebida bajo un mismo enfoque: HitzigMilitello Arquitectos buscó crear un oasis botánico emplazado en pleno caos urbano. Esta línea rectora marcó un norte que determinó cada una de las definiciones proyectuales, desde lo espacial arquitectónico, pasando por la elección de materiales, equipamiento, recursos gráficos y, principalmente, las intervenciones paisajísticas.
Los relojes son objetos cotidianos que usamos a diario, pero su diseño rara vez cambia.
Diseñada por Mihaela Shimon, Locus propone una nueva forma de habitar la madera maciza desde una mirada expresiva y sensorial.
Esta original luminaria, diseñada por el estudio suizo Atelier Oï, parte de la idea de descomponer el cuerpo en elementos.