Una vivienda que juega con los límites y la permeabilidad, utilizando una celosía como elemento principal.
Minimalismo al cubo
**israel. construida por el arquitecto argentino néstor sandbank, esta lujosaresidencia unifamiliar multiplica las posibilidades del minimalismo funcional.
Casas 11 de septiembre de 2014 Espacio&Confort
A esta altura del partido es claro que el minimalismo (la estética que propone el uso de elementos mínimos y básicos como colores puros, formas simples, lenguaje sencillo) y lo funcional forman en arquitectura un matrimonio cuya larga data nos permite vaticinar su carácter de vínculo indisoluble. Pues bien, Cubes House (Casa-cubos) -bautizada así por el uso repetido y evidente de esta figura geométrica como elemento casi exclusivo de la composición- viene a demostrar que este matrimonio además de gozar de buena salud ha renovado sus votos de amor eterno.
La casa fue diseñada por el afamado Néstor Sandbank, quien nació en nuestro país pero reside desde hace años en Israel construyendo viviendas de alta gama para clientes de todo el mundo, a pedido de una familia con hijos adolescentes, es decir, ya en edad de reclamar su espacio propio. Fue precisamente en apoyo de este reclamo que Standbank se decidió por una forma y una distribución tan simple como efectiva en la que cada función está representada por un cubo.
El predio en el que se erige ocupa tres dunam (tal medida correspondía antes a la tierra que un trabajador era capaz de arar en un día; hoy, más capitalistas, equivale aproximadamente a 1000 m²) de Ramot Hashavim, un barrio exclusivísimo de Israel central, ubicado entre Raanana y Ramat Ha Sharon. Este barrio conserva todavía vestigios de color local en su arquitectura, mientras que un privilegio concedido a lo verde revela su pasado de asentamiento de granjas agrícolas.
En este entorno maravilloso fue construida Cubes House, rodeada por un muro que oculta parte de la blanca fachada de líneas rectas a la curiosidad de los transeúntes. Para equilibrar, la contrafachada de vidrio revelará en cambio el alma del proyecto.
La casa es una “L” dispuesta alrededor de una piscina francamente deslumbrante. Esta “L” se halla formada por tres cubos independientes pensados para los miembros más jóvenes de la familia. Cada cubo tiene dos plantas y aloja, amén del dormitorio, una sala de estar, un baño completo y un amplio balcón con vistas a la piscina. Esta parte de la estructura se conecta con la principal mediante un pasillo que, por supuesto, fue cerrado también por paños vidriados de piso a techo.
El área social de la vivienda se expande sin divisiones en la otra pata de la letra. Consta principalmente de un living- comedor, una cocina y un estar a doble altura, además de acogedores rincones de función múltiple, de un cine y de una sala de juegos que se desarrolla en parte en un patio interno.
Una escalera con trazos escultóricos conduce a la planta superior en la que se alojan la suite y las habitaciones destinadas a los huéspedes. El balcón de la suite oficia de techo para un tramo de la galería que circunda la parte trasera de la casa. Este tramo ha sido amoblado de tal forma que podría considerarse un segundo comedor con estar al aire libre. Si bien con sólo observar las chaise longue que rodean la piscina cualquier observador atento sería capaz de pronosticar un amoblamiento moderno en su conjunto, nada lo prepara para la cuidada conjunción de texturas, materiales y colores que dotan a los diáfanos y realmente enormes ambientes de la casa de una personalidad acogedora sin menoscabo de su elegancia y sobriedad.
A contramano de lo habitual, hay un cierto protagonismo de los pisos en la decoración, lo que es particularmente notorio en el estar y en los corredores, en los que la madera se combina con los mosaicos en negro.
Otro elemento decorativo-funcional importante es la ya mentada escalera cuya baranda de cemento alisado en negro se destaca en la caja blanca formada por los cielorrasos y las escasas paredes que no son de vidrio. Lo mismo podría decirse de la biblioteca-repisa del estar que cumple su función al mismo tiempo que aporta color en base a los objetos que contiene y los lomos de los libros.
Por su forma, porque nada sobra y porque como en el mejor minimalismo son los detalles y los materiales supeditados a la funcionalidad de los elementos a partir de los cuales se logra crear algo maravilloso, podríamos decir que Néstor Sandbank ha llevado con esta obra el minimalismo al cubo.
Fotos: Itay Sikolsky
Texto: Soledad Franco
[ INFORMACIÓN ]
Tipo de proyecto: Vivienda unifamiliar
Ubicación: Ramot Hashavim, Israel.
Año de contrucción: 2011
[ PROYECTO ]
Arquitecto Nestor Sandbank
Jaffa, Israel
www.nestor-arch.com
[email protected]
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