
Rátka,Hungría. La bodega SauskaTokaj: donde la arquitectura abraza la tierra y el vino.
Se siembran en esta epoca del año y florecen en primavera, llenado los jardines de color. El final del otoño es el momento oportuno para plantar tulipanes, flores de una belleza incomparable.
Paisajismo14 de julio de 2011
Espacio&Confort



Originario del área mediterránea y del nordeste asiático, las primeras semillas de tulipán llegaron a Europa a finales del siglo XVI procedentes de Turquía.
En agosto de 1593, el botánico Carolus Clusius recibió como obsequio de su amigo Ogier Ghiselain de Busbecq, embajador de Constantinopla, unos bulbos de tulipán. Los plantó, y fue así como la primavera de 1594 vio nacer los primeros tulipanes de Holanda.
Se dice que Clusius nunca quiso compartirlos con nadie y que, ante la negativa de la solicitud, un grupo de personas entró a su jardín y robó varios bulbos.
Las coloridas flores pronto se desparramaron por toda Holanda, convirtiéndose en símbolo de estatus social. Su demanda creció tanto que para el 1600 ya se vendían por peso estimado aún antes de cosecharlas. Así comenzaba la tulipomanía.
Haciendo referencia a su forma, el nombre tulipán proviene de la palabra “dulban”, que significa turbante en turco. El tulipán es una planta de carácter bulboso que florece en primavera y debe ser plantada hacia finales del otoño. Su cultivo es muy sencillo ya que sus bulbos son una excelente reserva de nutrientes y necesita muy pocos cuidados además del riego. Lo ideal es que se ubiquen en un lugar cálido, y que reciba al menos cuatro horas de luz solar diaria, pero no de manera directa.
La flor del tulipán es su parte más llamativa. Está compuesta por seis pétalos cerrados en forma de corazón invertido, y de seis estambres. Actualmente existen más de 100 especies de tulipanes y muchos cientos de híbridos, y por lo tanto es posible encontrarlos en una gran cantidad de colores. Es por eso que resulta tan buscada para decoración de jardines.
Para plantarlos, es importante que los bulbos estén espaciados y no se toquen entre sí. Se cultiva en todo tipo de suelos y también se adapta a los que son arenosos. El riego debe ser abundante antes de la floración. Los tulipanes suelen florecer 120 días después de haber sido plantados. Una vez que han florecido, la temperatura ideal está entre los 13ºC y los 18ºC. Cuando la flor y las hojas se marchitan, se puede extraer el bulbo de la tierra y dejarlo secar para introducirlo en un recipiente que contenga arena seca, con el ápice colocado hacia arriba en un lugar fresco y oscuro. De esta manera, se podrá reutilizar en la siguiente plantación.
La época ideal para plantar los bulbos es variable (entre abril y julio) y la floración suele durar desde fines de octubre hasta mediados de diciembre, dependiendo de la variedad. Una flor apreciada en todos los continentes, ideal para llenar el jardín de color, y de una belleza inconfundible. Es tiempo de tulipanes.~



Rátka,Hungría. La bodega SauskaTokaj: donde la arquitectura abraza la tierra y el vino.

En Vietnam, este jardín de infantes para 500 hijos de trabajadores combina juego, agricultura urbana y eficiencia energética en un edificio con forma de triple anillo y techo productivo.

Chengdu, China. Un proyecto que fusiona arquitectura, naturaleza y arte para proteger a los pandas gigantes y educar al mundo.

Basecamp Lyngby Skovbryn: Un proyecto arquitectónico danés integra paisaje y ciudad para crear un espacio de encuentro innovador que promueve la biodiversidad y la interacción social.







Un recubrimiento acrílico antideslizante, versátil y resistente, pensado para prevenir accidentes.

Invertir en infraestructura es clave para la productividad, la equidad social y el crecimiento del país. Extracto de la entrevista a Martín Russo, de LFR Constructora.

Distribuidora Galuss, firma especializada en soluciones lumínicas para proyectos profesionales, anuncia la incorporación de dos marcas icónicas del diseño internacional: Luceplan y Artemide.

Tendencias, tecnologías e Innovación en Real Estate y Arquitectura. Jornada de capacitación para desarrollador, inmobiliarios y arquitectos.

El mercado inmobiliario argentino comienza a dar señales nítidas de reactivación tras años de volatilidad. La nueva fase se explica por la convergencia de cuatro vectores macroeconómicos: baja de tasas, dólar estable, riesgo país en descenso y financiamiento más accesible para el sector público y las empresas. Este “combo” no sólo mejora las expectativas: abarata el costo del capital, sanea balances y vuelve a poner en marcha la inversión privada.










