Con atmósfera natural

La propuesta urbana se propuso amalgamar la edificación con su entorno, mediante la utilización de una escala cromática, similares a la de los edificios linderos. Asimismo, se realza la fachada por contrastes que enfatizan entrantes y salientes. Sobre un frente sobrio, el cartel de la firma aporta el elemento distintivo.
A fines de los años ’70, la construcción experimentó la primera modificación: el techado del patio. En la propuesta actual, se buscó integrar los ambientes existentes, sin que se perdiera la esencia de la tipología edilicia original, la cual cuenta con techos y aberturas altas, fuerte presencia muraría. Al mismo tiempo, se reutilizaron al máximo las carpinterías y los elementos existentes, realizándose arduas tareas de restauración.
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En lo que respecta a la organización de la superficie, se logra diferenciar varios espacios intercomunicados entre sí. El salón principal, lugar utilizado como comedor, de techos y aberturas altas, presenta una superficie amplia, pisos y carpintería en pinotea. Expone una gama de tonalidades que generan un ambiente tranquilo y agradable. Se combinan colores claros con el verde oliva.
El antiguo patio de la casa, utilizado para bailes y animaciones, se presenta como un espacio con características lúdicas, con tonos claros en piso y paredes. Un perímetro vidriado permite una comunicación visual con el exterior. A pesar de presentarse como una edificación emplazada entre medianeras, se plantea una idea de disolver los límites, ofreciendo una percepción del exterior como infinito. Un paisaje natural y artificial conviven, un cerco de cañas se complementa con círculos en chapa que reflejan el cielo, reproduciendo diversos efectos de luces y sombras sobre el piso del salón.
El dormitorio de la construcción original, fue resignificado en esta propuesta como un sector de mayor privacidad, y múltiples usos: barra de tragos o espacio para inflables en fiestas infantiles, entre otros.
El espacio exterior, con deck y vegetación, se trabajó como un sitio de contemplación al aire libre, que se comunica con el salón de baile y animaciones.
En cuanto al tratamiento de los sanitarios, se basó en la idea de espacios envolventes, logrando un sitio que genera la imagen de 360º, con selección de imágenes que conjugan profundidad y refugio, remitiendo al visitante a un paisaje natural.
Con el desafío diario de desestructurar las fiestas pautadas, se trabaja el tratamiento del evento en conjunto con los clientes, diseñando el desarrollo, el espacio, la disposición del mobiliario, entre otras alternativas, siempre con el objetivo adecuarse a la cantidad de invitados. Las mesas, además de los distintos tamaños, poseen dos posiciones en altura. Pueden acompañarse con sillas y/o puff, como así también los módulos que componen la barra.
Con una capacidad para 80 personas, Ozono se destina a eventos tanto de distintas escalas y requerimientos, como fiestas infantiles, casamientos, bautismo, bar/bat mitzvá, desayunos-almuerzos laborales, congresos y seminarios, entre otros. Con la comodidad que brinda su ubicación, Ozono se presenta como una propuesta natural en la ciudad.~
Texto y fotos: Leandro Arévalo | Fuente: OHM Arquitectura
+ info: www.ozonoeventos.blogspot.com
PROYECTO
OHM · arq
Arq. Lorena Díaz Balcarce
Arq. Carolina Biganó
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