Paisajismo Espacio&Confort 11 de julio de 2016

La huerta en casa

SPACIO VERDE. La huerta en casa es una forma natural y económica deproducir hortalizas sanas durante todo el año.


Construir huertas de pequeña y mediana escala en los hogares y quintas para autoabastecerse de nuestros propios alimentos frescos y sanos, es algo sencillo de materializar y está al alcance de nuestras manos.
Un jardín con tierra facilita las cosas, pero no es la única alternativa, porque los balcones, donde el espacio es más limitado, pueden ser excelentes escenarios donde con la intervención de diseños pensados para ese espacio se puede obtener vistosos resultados. De igual manera, es posible desplegar un huerto colgado de una pared. Lo importante es que sepamos qué queremos cultivar, para conocer épocas de siembra y cuidados particulares de cada vegetal, como para que siempre tengamos algo para ofrecer a nuestro plato del día.
Con poco se puede hacer mucho; separar los cultivos es muy importante. Los canteros se pueden dividir con tablones de madera o dejando hileras de tierra removida. Los cartelitos en las cabeceras de las hileras con el nombre de lo que se plantó y la fecha son útiles.


Cómo plantar también es una cuestión clave. La acelga se planta de semilla directamente en el lugar donde se va a cosechar. Con la lechuga se puede hacer lo mismo o plantarla en una maceta y trasplantarla una vez germinada. Los pepinos, zuchinis y los tomates comunes también hay que trasplantarlos. Para los cherry, lo mejor es comprar los plantines en un vivero y colocarlos en la huerta. Dan tres o cuatro cosechas por temporada. El perejil, como casi todas las aromáticas, se siembra al voleo.
La siembra tiene sus secretos. Hay que hacer un surco, mojar la tierra y colocar las semillas. Para taparlas, conviene usar un rastrillo. Después hay que volver a regar en forma de lluvia. Para trasplantar lo que sembramos en macetas hay que cavar un pequeño pocito en la tierra seca, colocar allí el plantín, tapar moviendo la tierra con las manos y luego apisonándola con los dedos. Una vez trasplantadas, regar con una regadera fina. Y esperar verlas crecer. A los 40 días ya se puede cosechar las lechugas; el resto tarda un poco más.
El tomate requiere algunos cuidados extra. Cuando comienzan los primeros fríos, hay que sacar las plantas de la tierra y pasarlas a maceteros y cuidar mucho en la época de invierno.
Lo más sabroso es lo que cosechamos con nuestras propias manos.

TIPS
• Hay que regar cuando no dé el sol directo
sobre las plantas, para que no se quemen.
• Siempre tirar el agua sobre la tierra y no
sobre las hojas.
• Si se riega con manguera, el chorro no debe
ser fuerte. 
• Hay que regar suave y despacio para que la tierra no se lave y pierda nutrientes.
• Las verduras de hoja van mejor con riego
por aspersión.

Fotos: Jacqueline Mulet

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