Conectada con la naturaleza

La urbanización campestre donde se encuentra esta casa rompe con el entramado y el bullicio de la ciudad, resultando un lugar ideal para conectarse con la naturaleza. En medio de una añeja arboleda y visuales infinitas se proyecta esta casa, obra del Arq. Juan Barbero.

Su implantación en “L” permite abrazar el jardín central de la casa desde afuera hacia adentro. Las condiciones del terreno y sus casuarinas fueron determinantes para la localización del refugio. Un rectángulo superpuesto a un plano horizontal de hormigón define la volumetría de la vivienda.
La familia tipo para la que se diseñó esta obra pretendía que la casa tuviera una imagen exterior simple, minimalista, y una distribución interior sencilla. En una sola planta de 100 m2 debían articularse un gran estar comedor con cocina integrada, dos habitaciones y dos baños. La premisa fundamental del proyecto fue la flexibilidad de los espacios y la relación directa con el entorno. Haciendo caso a esto, la galería semicubierta funciona como un espacio de transición con el parque y las grandes carpinterías hacen que se pierda el límite entre el interior y el exterior.







La ventilación cruzada que brindan los patios internos, sumado al control solar que proporcionan los distintos semicubiertos aseguran un excelente confort térmico en cada uno de los ambientes, reduciendo al mínimo el uso de sistemas mecánicos de calefacción y refrigeración.
Se intentó utilizar materiales nobles, en crudo, que tengan el menor mantenimiento posible y un buen envejecimiento. El hierro aportó la esbeltez necesaria para interferir mínimamente las visuales. El hormigón la elasticidad que se necesitaba para cubrir las grandes luces y la rusticidad que, combinada con la madera, dan la neutralidad buscada por el arquitecto.

Fotos: Luis Barandiarán

PROYECTO
Arq. Juan Barbero
Cel: 221 541 2622
Instagram: @juanbarberoarquitecto

INFORMACIÓN
Ubicación: Abasto
Sup. Terreno: 750 m2
Superficie: 100 m2