
La lámpara Tolomeo, diseñada en 1987 por Michele De Lucchi y Giancarlo Fassina para Artemide, es un ícono del diseño italiano.
Kingston es un diseño de Dare Studio, una empresa británica que producemuebles galardonados y elegantes para interiores residenciales de lujo.
Diseño14 de abril de 2020 Espacio&Confort



Establecido por Sean Dare en 2009, el estudio trabaja con las habilidades de los mejores artesanos y establece un punto de referencia para lo mejor en diseño y la fabricación de mobiliario moderno.
Esta pieza clásica y contemporánea a la vez, es un mueble tipo dressoir; cuenta con una tapa de cuero negro y está realizado en madera de nogal americano.
www.darestudio.com



La lámpara Tolomeo, diseñada en 1987 por Michele De Lucchi y Giancarlo Fassina para Artemide, es un ícono del diseño italiano.

La mesa Shimmer Alta, diseñada por la arquitecta española Patricia Urquiola para Glas Italia, destaca en la colección por su base en trípode de cristal estratificado y acabado iridiscente multicromático, que muta según la luz y la perspectiva.

El sillón Elephant, creado originalmente por Jean-Michel Frank en los años 30 para el Hotel LlaoLlao de Bariloche, es reinventado por Cristian Mohaded con una mirada local y sostenible.

El audioBall |UB+| fusiona diseño minimalista y modernocon tecnología para ofrecer una experiencia sonora de alta calidad sin descuidar la estética del espacio en el que se sitúe.







Un recubrimiento acrílico antideslizante, versátil y resistente, pensado para prevenir accidentes.

Invertir en infraestructura es clave para la productividad, la equidad social y el crecimiento del país. Extracto de la entrevista a Martín Russo, de LFR Constructora.

Distribuidora Galuss, firma especializada en soluciones lumínicas para proyectos profesionales, anuncia la incorporación de dos marcas icónicas del diseño internacional: Luceplan y Artemide.

Tendencias, tecnologías e Innovación en Real Estate y Arquitectura. Jornada de capacitación para desarrollador, inmobiliarios y arquitectos.

El mercado inmobiliario argentino comienza a dar señales nítidas de reactivación tras años de volatilidad. La nueva fase se explica por la convergencia de cuatro vectores macroeconómicos: baja de tasas, dólar estable, riesgo país en descenso y financiamiento más accesible para el sector público y las empresas. Este “combo” no sólo mejora las expectativas: abarata el costo del capital, sanea balances y vuelve a poner en marcha la inversión privada.










