Acuarela en el jardín
Nuestro jard in se realza con un verdadero colorido y con perceptiblestexturas cuando las protagonistas son las herbaceas. En todas las estacionesdel año su atractivo dice presente.
Las herbáceas son plantas no leñosas; tanto sus tallos como ramas y hojas suelen tener la misma consistencia.
La mayoría de estas plantas presentan un ciclo de vida anual o bianual, pero su facilidad de reproducción nos asegura la presencia de las mismas año tras año. Gracias a esto, y mediante la división de matas, podemos aprovecharlas para aplicarlas en el diseño de otros espacios de nuestro jardín.
A la hora de realizar nuestro parque, podemos optar por colocarlas en grupos de una sola variedad, para obtener un toque de color impactante utilizando, por ejemplo, peroskias, gauras, achiras o salvias. Otra opción es colocarlas entre arbustos de mayor dimensión que les harán de marco. También quedan muy bien acompañas de gramíneas, como por ejemplo pennisetum, setarias, miscanthus, panicum.
Otro recurso puede ser utilizar como punto focal dentro de nuestro diseño un simple ejemplar, o bien un macizo, de phormium atropurpurea, cyperus papirus, estrilitzias, o agaves.
Las herbáceas perennes mantienen el verde todo el año y, cada una en su época, florecen dando paso a los colores. Son buenos ejemplos la clivia miniata en invierno, los iris en primavera y los agapantus en el comienzo del verano.
Por otro lado, tenemos las herbáceas caducas que visualmente desaparecen en su período de descanso, permaneciendo bajo tierra para resurgir con todo su esplendor, como los hemerocallis (esta variedad la encontramos perenne también), algunos lirios, crocosmias, hostas, entre otras.
Con ambas clases logramos tanta variedad en la paleta de colores con sus flores, hojas, texturas que se llega a decorar el jardín de formas infinitas.
Es importante tener en cuenta algunos puntos importantes a la hora de preparar y mantener nuestro cantero o bordura:
Tengamos en cuenta que es conveniente mejorar la calidad de la tierra con materia orgánica o compost. Estemos atentos al riego, sin inundar la zona para que las raíces no sufran de putrefacción. Quitemos las flores marchitas para que su floración tenga mayor duración. Controlemos las plagas y enfermedades fumigando con el producto adecuado y también fertilicemos en otoño y primavera. Realicemos la poda de limpieza quitando las ramas y hojas viejas antes de la aparición de los nuevos brotes.
Por último, es muy importante la ubicación que le demos a estas especies, ya que muchas de ellas son altas con varas débiles y, al buscar el sol, suelen caerse; en estos casos será necesario colocarles un soporte.
Si logramos tener en cuenta estos pequeños consejos, veremos a nuestras herbáceas dando la magia de aparecer y desaparecer, o mantenerse verdes todo el año, para pasar luego a dar, en su mayoría, esa explosión de color que buscamos en nuestros espacios verdes.~
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